martes, 18 de agosto de 2009

Los Tranvias y Las Enfermeras












En la soleada mañana del domingo 1 de junio de 1862 el Capitán General Don Francisco Domínguez, Duque de la Torre, inauguró solemnemente el servicio público Ferrocarril Urbano de La Habana, el cual uniría para siempre a los “caseríos” aledaños del Cerro, Jesús del Monte y Carmelo, ubicado este último en el lujoso barrio del Vedado.Para esa primera etapa, esos antiguos vehículos fueron movidos por fuerza animal. Eran conducidos por tres caballos, dos en barra y uno como guía, variante que desapareció a inicios del siglo XX con el advenimiento de la República , al surgir el flamante transporte de tranvías eléctricos pertenecientes a The Havana Electric Railway Company, corporación norteamericana que en 1913 devino en The Havana Electric Railway, Light and Power Company.Los “carritos”, como todos los habaneros los llamaban, eran de dos clases: Primera y Tercera, que se turnaban en el servicio y el precio oscilaba entre 20 y 30 centavos el billete. Sin embargo, los tranvías de primera clase eclipsaron pronto debido a su carestía, justamente cuando la competencia de un empresario de guaguas estableció el servicio por tramos a 10 centavos y el viaje directo a 15.Esos primeros “artefactos móviles” eran conducidos por un cochero que llevaba en su plataforma un banquillo alto, en el cual se sentaba cuando el “carrito” descendía pendientes donde el caballo no necesitaba castigo para ir a paso vivo. Esos conductores y aurigas, conocidos por sus nombres por el público cotidiano, usaban gorras de plato de piqué blanco, con visera plana o de concha de carey, y un látigo o fusta para animar a las bestias.En la collera de los animales se colocaban múltiples y sonoros cascabeles, cuyo tintinear se escuchaba a larga distancia. Las personas, entre tanto, subían y descendían al vehículo por la parte posterior.Los “cocheros” del Transporte Urbano, que explotó en todos los tiempos unos 56 kilómetros de vías férreas con apenas unos 50 vehículos, no llegaban a una treintena, y sus caballerizas y corrales, se mantenían siempre para el uso diario, sobre los 300 caballos aproximadamente.El ramal del Vedado, posterior varios años al de La Habana se movía a vapor y se formaban trenes de dos o tres carros, arrastrados por locomotoras.Algo muy curioso para esa época era que el último tranvía salía de las terminales a las diez y media de la noche. El pueblo lo conocía por el “carrito de las campanillas o de los novios”, por que en ese móvil regresaban a la Habana, los jóvenes, cuyas novias residían en los barrios de Jesús del Monte y Carlos III.En un artículo publicado en marzo de 1950 en la popular revista Carteles cuenta Roig de Leuhsenring que “al comprar en 1901 un sindicato americano los tranvías y ferrocarriles suburbanos, recibiendo al efecto del Gobierno de ocupación una concesión para reconstruir y electrificar las líneas existentes y construir otras nuevas en la capital y barrios vecinos, el tranvía eléctrico fue acogido por el pueblo con cierta prevención y hostilidad, que bien pronto convirtió en burla y choteo criollo, hasta su aceptación definitiva”Los choques y accidentes primitivos, que para ese tiempo se sucedían con frecuencia, dieron motivo para que los carros eléctricos fueran bautizados por la población con el mote de “funerarias eléctricas”, y por sus dos antenas o troles se les denominó “la langosta”.El primer coche tranvía eléctrico de la capital, construido en los Estados Unidos, circuló el 22 de marzo de 1901 hasta el elitista barrio del Vedado. De forma gradual se fueron construyendo líneas a través de toda la urbe, hasta llegar a sobrepasar el término municipal de la Ciudad de La Habana.El servicio público de pasajeros por tranvías se empleó también en las ciudades de Matanzas, Cienfuegos, Camaguey y Santiago de Cuba (inaugurado en 1907 y retirado en 1951). Ese tipo de transportación en Camaguey y Santiago perteneció a la The Havana Railway Co.; en Matanzas a la Compañía de Tranvías de Matanzas S.A. y en Cienfuegos a la Compañía de Cienfuegos-Palmira-Cruces.En los primeros tiempos de la historia del tranvía eléctrico en la capital, solamente se mantuvieron cuatro líneas dobles, que partiendo de las terminales del Vedado, Cerro, Jesús del Monte y Príncipe, iban a San Juan de Dios y el Muelle de Luz, que de hecho formaban ocho líneas, que con posterioridad se ampliaron hasta las calles San Lázaro, Galiano, 23 y J, Ángeles, Florida, Vives y Belascoaín, entre otras.Al iniciarse el auge del servicio de pasajeros por el sistema de ómnibus motorizados, principalmente a mediados de la década del 30, trajo consigo la decadencia y declive de los tranvías. La mayor velocidad de las conocidas “guaguas”, su comodidad y máxima flexibilidad, entre otras causas, hicieron declinar hasta hacerlo desaparecer a ese memorable, histórico y hoy olvidado tipo de transporte.En horas de la madruga del martes 29 de abril de 1952 rindió su ultimo viaje el tranvía número 388 de la línea “Príncipe Avenida del Puerto”, último carro que circuló por las calles de la Ciudad de La Habana


Fuente: Conexion Cubana















Las Enfermeras.










En la Habana habia dos tipos de Transporte Urbano, el tranvia y los omnibus " Aliados " tambien llamados Coa, por la compañia dueña de los vehiculos. Nuestro pueblo que no pierde la costumbre de ponerle nombrete a todo les decia los aguacates, por que su color era verde y amarillo, y al igual que los tramvias, cubrian rutas por toda la Habana.





Un dia despertamos con la noticia de que La Habana como capital moderna tenia que cambiar, los tranvias que era un sistema muy anticuado. ( Todavia hay tranvia en muchas ciudades modernas, solo que son distintos a los que conocimos, son mas modernos, pero son tranvias).


Bueno, para desenredar esta madeja les contare. Dicen las malas lenguas que el presidente Prio Socarras, armo un negocito con algunos banqueros para montar una linea de buses y asi competir con los consorcios de transporte de la Habana, los llamados Omnibus Aliados, y surgieron Los Auto Buses Modernos S.A. Que, desplazaron a nuestros queridos tranvias.


Cierto que estos autobuses eran mas modernos que Los Aliados por lo cual eran el ultimo grito en la Habana y la gente preferia montar en ellos, como eran pintados de blanco con una linea azul en los costados, enseguida le buscaron un nombrete y las llamaron "Las Enfermeras"








Herminio Huerta











1 comentarios:

Anónimo dijo...

JAjaja. Que memoria. Bien por ti Herminio

 
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