domingo, 20 de septiembre de 2009

El Solar de la California



El Solar de la California.


Solar es por definición una porción de terreno donde se ha edificado o que se destina a edificar. En Cuba es una casa de vecindad, la que contiene muchas viviendas reducidas, por lo común con acceso a patios y corredores. El solar es típico de La Habana, y no es un producto de la Revolución, pues ya antes del 1959 existían múltiples solares donde vivían aquellos que no podían pagar el alquiler de apartamentos y casas. El solar es a la vez denominación de baja educación. Ya que por lo general, los cuartos dan todos a un patio central donde por lo general se encuentran los servicios sanitarios , y los baños, los habitantes gritan de puerta en puerta. De ahí vienen las expresiones „se botó pa’l solar“ cuando alguien pierde los estribos en una discusión.


Motivo recurrente en el arte cubano pero de incómoda cotidianidad para quienes viven hacinados en sus gastadas habitaciones, las llamadas ciudadelas, solares o cuarterías exponen con crudeza el déficit habitacional que aún agobia a este país. Estas casas de vecindad ubicadas especialmente en La Habana Vieja surgieron de la disección en muchos cuartos de antiguas mansiones o de la construcción de múltiples cubículos en torno a un patio central, usualmente con escasos baños sanitarios y lavaderos de uso colectivo.


El Solar de la California.


Inicialmente, como muchos otros solares de La Habana, este lugar era un establo para caballos. Luego fue convertido en un mercado y más adelante se crearon los pequeños cuartos, muy modestos, para ser habitados por hombres solteros.
Se dice que al principio de los años 30, el solar tenía más de 30 viviendas de este tipo distribuidas en dos grupos con un acceso por la calle Colón y otro por la calle Crespo, donde estaba su entrada principal con el número 78. Como era típico en estos lugares había plantado en el patio central un mamoncillo enorme que desapareció después del huracán de 1944.
Concepción Martínez, era la santera más vieja y más prestigiosa que habitaba La California. Su nombre yoruba era Omi Saide, pero todos la llamaban Concha Mocoyú.
Luego de su fallecimiento, fue trasplantada al patio central del Solar, una Ceiba que ella había cultivado en una lata.
El árbol fue trasplantado como manera de perpetuar su espiritualidad; pues la Ceiba tiene muchas connotaciones místicas entre las culturas del origen africano (similares al Baobab en África).
La historia cultural del Solar La California ha estado permeada de los elementos culturales de las distintas religiones africanas llegadas a nuestro país, así como por una de las manifestaciones musicales que desempeñaron un papel en la consolidación de nuestra cultura nacional: la Rumba.
Se cuenta que el famoso percusionista cubano Chano Pozo visitaba con frecuencia a su tía Concha en el Solar La California, en cuya casa se reunían algunos músicos cubanos que posteriormente se harían prominentes en nuestra cultura nacional como es el caso de nuestro Bola de Nieve, o de Dámaso Pérez Prado. Allí Chano, quien llevó la cubanía al jazz norteamericano en los años 40, tocaba y bailaba rumba y muchos de esos aprendices de músicos pasaban jornadas enteras haciendo descargas musicales.

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