martes, 28 de octubre de 2008

Burundanga




BURUNDANGA


Según la RAE Burundanga significa estar enredado, confuso; cuando una cosa es inútil y de poco valor; un hecho o comunicación verbal disparatada.



La palabra Burundanga, de origen probablemente africano y que posteriormente pasó con los esclavos a cuba y al resto de Suramérica, es el nombre con el que popularmente se conoce una bebida o brebaje hecho con extractos vegetales en América del Sur, especialmente en Brasil, aunque se han citado casos en otros países como Colombia, Bolivia o Perú. Nace por lo tanto de forma poco fiable de la cultura del pueblo y como tal es difícil saber a ciencia cierta cómo nace, cómo se hace o que aplicaciones tiene o tuvo. Por lo tanto la palabra existe, la bebida también, pero es más dudoso que siempre signifique lo mismo, en los distintos países e incluso dentro de un mismo país.
Lo más cerca que podemos estar de la verdad de lo que esconde este término es lo que han relatado algunos detenidos por las policías de los países anteriormente citados, y algunos escritos poco claros encontrados entre las tradiciones locales de los mismos, y aparentemente parece tratarse de una mezcla de plantas de algunas familias de plantas silvestres entre las que podemos citar la Brugmansia Sanguínea, la Atropa Belladona, o la Datura Arbórea, así como en determinadas amapolas( Papaver Roeas), que al cocerse y macerarse sueltan determinadas sustancias químicas llamadas alcaloides entre los cuales el más abundante y conocido es la escopolamina.
Y es precisamente la escopolamina la sustancia química que causa los efectos de estas bebidas.
Este tipo de plantas en general se utilizan por el ser humano desde el principio de los tiempos, desde el mismo instante que por ejemplo un cazador del neolítico con un fuerte dolor por una herida masticó estas plantas y se sintió aliviado, hasta nuestras fechas.
La causa de su uso es la escopolamina, un alcaloide casi idéntico a la conocida atropina (con la que se dilata la pupila si se usa en colirio).
Esta sustancia se ha utilizado por la medicina como anestésico, por la psiquiatría como sedante y en el mundo del espionaje y la guerra como "suero de la verdad", por todos los ejércitos del mundo, ya que su suministro en inyección al sujeto prisionero le hacía caer en un estado parecido al sueño en el que sin cesuras podía en ocasiones decir cosas o dar datos sin su consentimiento. Hoy la leyenda urbana nace del uso de estos brebajes en la comisión de delitos, en especial en Suramérica.
La Burundanga nace sin duda de una realidad antigua que algunos delincuentes (pocos más bien) han resucitado para dormir a sus víctimas y robarlas, pero su difusión por la red y en noticias alarmistas la ha convertido en una leyenda urbana en la medida en que se ha exagerado la posibilidad de su uso en forma de cremas, líquidos que impregnan un papel que a su vez toca la víctima o su uso en bebidas normales, lo que ha despertado un gran miedo colectivo y esto ha alimentado la leyenda sin duda.
Hoy es pues una auténtica leyenda el hecho de que se use este tipo de bebida para la comisión del delito, ya que hay otras más rápidas, seguras y eficaces para dicho objetivo, y solo la desinformación, y el tratamiento mediático poco serio, junto al miedo colectivo a lo desconocido lo que han permitido el nacimiento de este bulo.
Con respecto a las drogas las leyendas y falsas creencias son muchas y de todo tipo, y la literatura se ha encargado de darles aliento y las personas vulnerables de creerlo. Se han defendido varias leyendas urbanas: que determinadas drogas (marihuana, mescalina u otras) favorecen la creatividad artística sin poseer aptitudes previas (ver las pinturas
de Dalí), que otras incrementan las capacidades esotéricas o místicas del individuo (los alucinógenos), o que aumentan las capacidades de relacionarse con los demás (derivados del éxtasis), o lo que es más grave que en dosis bajas no hay ningún problema para su uso "racional" y de ahí la conveniencia de su uso.
También se ha hablado de determinadas plantas como poseedoras de particulares efectos de acercamiento a Dios (caso de la Ayahuasca, planta que en algunas religiones amazónicas es el sacramento de las mismas pero no se usa con ese fin falso), o se habló durante mucho tiempo del efecto de fortaleza y evitación de enfermedades que originaba el mascado de hoja de Coca) sin caer en su simple efecto estimulante del latido cardiaco, y así hay miles de páginas que defienden tal o cual leyenda relativa a las drogas, y que deberían ser solamente eso unas leyendas.

viernes, 24 de octubre de 2008

El Parque de la Fraternidad

Parque de la Fraternidad



Uno de los espacios urbanos más populares de la capital cubana es el Parque o Plaza de la Fraternidad Americana.
El Parque de la Fraternidad, como se conoce en la actualidad, comprende un conjunto de pequeños y grandes parques, emplazados en el área delimitada por las calles Monte, Dragones, Prado y Amistad. Sin embargo, esta área de la ciudad, tan transitada hoy día, durante siglos fue un sitio poco frecuentado por los habaneros. Se cuenta que fueron terrenos cenagosos y de manglares, y luego zona de estancias con abundante arbolado.Hacia 1790 se convierte en campo de ejercicios militares y a partir de un proyecto del ingeniero belga Agustín Cramer es ampliado en 1793. Esta función le otorgó cierta jerarquía dentro del espacio urbano de la ciudad colonial, a pesar de ofrecer aún una imagen agreste, en tanto sus alrededores cambiaban de aspecto con los nuevos poblamientos.El Obispo Espada es quien mejora su iluminación, arbolado y trazado; correspondiéndole al Capitán General Don Miguel Tacón (1834-1838) superar estas modificaciones al incluir la zona, conciente de su excelente ubicación y centralidad, dentro de su programa de embellecimiento de la ciudad. Tacón reforma el Campo de Marte delimitando su perímetro al colocar una reja de hierro y remodelar su interior.
Según la arquitecta Felicia Chateloin: “Al polígono militar la abrió majestuosas puertas en cada punto cardinal, coronadas por escudos de armas, y las denominó con los nombres de relevantes figuras; a la entrada principal le dio su nombre, comportamiento lógico de todo buen megalómano.” Así llamó a la del Norte, Cortés; a la Sur, Pizarro; a la del Este, Tacón; y a la del Oeste, Colón.En el Campo de Martes, el portugués Matías Pérez hizo su última ascensión, en 1886, con su globo - La Villa de París-.A finales del siglo XIX la historia de este sitio habanero se vio grandemente enriquecida: el 1 de mayo de 1890, a pesar de la poca organización del proletariado y la difícil condición del estatus colonial, los obreros capitalinos celebraron por vez primera en el mundo, el Día Internacional de los Trabajadores, y fue este el escenario escogido. Los tres años siguientes, las autoridades coloniales prohibieron los desfiles, y los obreros tuvieron que conformarse con actos en locales cerrados.Durante la primera intervención norteamericana, se utilizó como campo militar y se ubicaron allí varias unidades de las tropas de ocupación.
En los primeros años de la República, instaurada el 20 de mayo de 1902, se construyeron canteros, avenidas y fuentes, y hasta hubo intenciones de un jardín zoológico, pero en 1926 un ciclón volvió a convertirlo en un lugar rústico y desolado.En los años veinte del pasado siglo, convergen diferentes, pero determinantes factores, que cambiarían para siempre la imagen de este espacio: la visita a La Habana, por gestión del entonces Ministro de Obras Públicas Carlos Manuel de Céspedes, del urbanista francés J.C.N Forestier y por otra parte, la celebración en la capital, en 1928, de la VI Conferencia Panamericana, a la cual asistió el entonces presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge.La intervención en el área quedaba bien justificada con el Plan Director de la Ciudad que había emprendido el General Gerardo Machado, ahora de turno en la presidencia desde 1925. El evento efectuado daría nombre al campo, comenzando a reconocerse desde entonces como Plaza de la Fraternidad Americana.En su parcela mayor quedó plantado el "Árbol de la Fraternidad Americana", una Ceiba que había sido sembrada en el barrio del Cerro el día de la instauración de la República, y fue trasladada allí el 24 de febrero de 1928. Se abonó la Ceiba con tierra de cada una de las repúblicas americanas que participaron en la VI Conferencia.
Forestier diseñó varias parcelas de diversas dimensiones, condicionadas por el trazado de calles y aceras circundantes, y cualificó el espacio con la colocación de un mobiliario que destacaba por su alta calidad técnica y artística, como los bancos, las farolas y demás ornamentos, y una esmerada jardinería. En los años siguientes, por iniciativas de la otrora Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, se fueron colocando en los alrededores del parque bustos de figuras representativas “del pensamiento y la fraternidad americana”. En la década del noventa del presente siglo, la Oficina del Historiador se encargó de dotar el espacio de una nueva imagen, mejorando su iluminación, su mobiliario, jardinería y cuidado de sus bustos, así como lograr el traslado, hacia otras áreas cercanas, de las paradas de los ómnibus metropolitanos. Se le diseñó una cerca perimetral a escala de los jardines que protege y realza este conjunto de parques.Su entorno se enriquece con la presencia de edificaciones monumentales como el Capitolio, el Hotel Saratoga, el Palacio de Aldama, o el arranque de puntos urbanos tan significativos como el Paseo del Prado, la Fuente de La India, el Barrio Chino, y la Calle Monte, emblemas todos de nuestra ciudad capital.

martes, 14 de octubre de 2008

El Desertor





El Desertor.





Herminio Huerta.
Bogotá 23/12/2008.
A mi Abuelo.


En mi barrio por allá por el 1926, vivía un anciano misterioso de pocos amigos. Había llegado a Cuba de Andalucía (Armería), Acompañado de su hermano y enrolado en el ejército Español.
El hermano Vicente era oficial de Caballería, el. Francisco era infante los dos eran famosos por su alegría característica de su tierra era el año de 1895, en plena guerra a los dos los designaron a Santiago de Cuba, poco después fueron separados y Vicente con su regimiento partió hacia Yara, Francisco fue destacado a Jimaguayu.
Muchos combates tuvo Vicente pero le preocupaba su hermano. Un día es designado con su tropa a Jimaguayu, lo primero fue ir al regimiento a ver al hermano pero allí le informaron que había desertado y no se sabía de su paradero. Vicente se preguntaba. –Por que Francisco había actuado así, el sabía que no era cobarde.
La guerra continuo y Vicente fue destacado en Matanzas, allí conoció a una joven matancera Lugarda, la vida de guarnición lo hizo madurar y pensar que esa guerra estaba perdida pues el ejercito mambí cada vez era más fuerte ya el General Maceo andaba por Pinar del Rio, Serafín Sánchez en las Villas Junto a Máximo Gómez, la isla era un hervidero de independencia y el ejército Español cada vez estaba más diezmado.
No podía olvidar a su hermano y cada vez que llegaban heridos al hospital corría para ver si encontraba a Francisco. Todo era en vano, nadie lo conocía ni sabía de él.
Un día se entera de que habían llegado soldados del regimiento Sevilla en el cual estaba su hermano, corrió y pregunto por él, un soldado lo miro y dijo. –Yo lo conocía.
-Que sabes del? Pregunto.
-Nada, estábamos en la trocha y los mambises atacaron, aquello fue un infierno, en la mañana los que quedamos vivos recogimos a los heridos, enterramos a los muertos. Pero su hermano desapareció y de usted no preguntaba mas por él, porque o deserto o huyo como un cobarde.
Vicente no podía ocultar su tristeza dando por muerto a Francisco. Los años pasaron y llego el fin de la guerra era el 1898. Las tropas peninsulares comenzaron a evacuar la Isla y por un decreto del Generalísimo Máximo Gómez en el cual se exponía. “No hay vencedores ni vencidos”. Los españoles que quieran quedarse en Cuba gozaran de todos los derechos como cualquier ciudadano libre.
Vicente se acogió a aquel decreto y se desmovilizo, se caso con Lugarda formando una familia, con el dinero de la desmovilización, se traslado a Carlos Rojas monto una barbería. En la pared colgaba su sable, los clientes le decían jocosamente. - Vicente eso es por si empieza otra vez la Guerra a lo cual el respondía. –No eso es para recordarme que no debe de empezar nunca.
Vicente murió en Matanzas padecía una enfermedad y secuelas de heridas que sufrió durante la guerra pero nunca olvido a su hermano Francisco, en las noches lloraba callado sin que nadie lo viera, el decía.- Un soldado no llora y con esos principio educo a sus hijos.
La Habana año 1926. Francisco habita una pieza en el vedado, trabaja de plomero y es muy querido en el barrio pero es de pocas palabras. De su pasado nadie sabe solo que un día se mudo al barrio, que llego del interior al acabarse la guerra, siempre las chismosas del barrio lo interrogaban para saber quien era ese misterioso hombre y lo único que pudieron averiguar era que se llamaba Francisco, que había llegado de España y que tenía un hermano que había muerto en la guerra según le habían dicho unos soldados.
Los comentarios en el barrio no paraban. Este hombre emigrante solo sin familia y pobre. Porque era tan callado ni siquiera decía de que parte de España era, ni su apellido sabían solo era Francisco.
Decididamente este hombre no tenia pasado.
Así transcurrió el tiempo entre los chismes del barrio y la intriga por este misterioso señor.
Era una mañana hermosa, con los primeros rayos del sol el barrio se llenaba de ese olor que no faltaba e invadía toda la habana, nuestro café acabado de colar!
Todo el barrio se extraño al no ver como todas las mañanas a Francisco tomar café en la panadería del barrio. De pronto Eulalia la señora que le tenía la pieza arrendada a Francisco Grito. –Francisco murió…. Todo el barrio quedo mudo. Juanito el dependiente de la cafetería el cual sentía mucho cariño por Francisco corrió a la habitación, forzó la puerta y allí estaba Francisco, acostado en su rostro todavía había una lágrima que una vecina seco con un pañuelito. Junto a él. Una Bandera Cubana doblada meticulosamente. Un sable militar y un Revolver con sus seis balas en el tambor, ambas armas estaban impecablemente limpias.
Juanito vio dos cartas ya amarillas por el tiempo, las tomo en sus manos y leyó en voz alta a todos los vecinos y curiosos que se encontraban en el inquilinato:
“Campamento del Ejercito Libertador. Central Narcisa Departamento de las Villas. Al general Bartolomé Maso:
Mi General, le recomiendo reciba usted al Capitán del ejercito Libertador Francisco Torres. Hombre de probado valor y entereza, el cual será muy útil en la comandancia de su tropa.
Puede confiar en él y no escatime en asignarle cualquier misión por peligrosa que sea ya que su valor ha sido probado atravez de la campaña en el Oriente.
De usted afectuosamente.
Generalísimo. Máximo Gomes Báez. Comandante en jefe del ejército Libertador Cubano.
Todos los vecinos quedaron mudos, un silencio invadió todo el inquilinato. De pronto Eulalia dijo.
-La otra, Juanito lee la otra carta.
Juanito empezó:
Santi Espíritu 11 de Marzo de 1897
Vicente:
Yo no soy un Traidor. Tu sabes lo que hemos hecho sufrir a este noble pueblo con esta guerra injusta, este pueblo merece su libertad por eso decidí unirme al ejercito mambí y dar mi vida si es necesario por la libertad de Cuba.
Todos los días le ruego a dios cuando entro en combate, que tu no estés en el campo de batalla siento miedo al ver las tropas Españolas y pensando que te puedo matar.
Hermano aunque nuestros ideales son encontrados yo te quiero y ruego al señor te cuides y llegues vivo hasta el final de esta guerra…….







Capitán: Francisco Torres Díaz, uno de los tantos Mambises ignorados de nuestra Patria.

 
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