Negro cimarrón
En Latinoamérica, se llamó cimarrón a los esclavos rebeldes, algunos de ellos fugitivos, que llevaban una vida de libertad en rincones apartados de las ciudades o en el campo denominados palenques. Con posterioridad, en Cuba se adoptó preferiblemente el vocablo jíbaro para definir los animales cimarrones. Parece también que la palabra cimarrón no se empleó casi nunca con los indios fugitivos.
Copia del informe que hace el Real Consulado al Capitán General sobre el informe del alcalde de Jaruco. 24 de Noviembre de 1799. ... La noche del 18 a las once tube noticia esacta del parage y número de 22 negros y el guachinango de que se componía la reunión, sin perder ni un momento hice atacar antes del día el rancho, y en la noche y amanecer del 19 se aprehendieron siete negros de los que por estar con heridas de palo en la cabeza y algo mordidos de perros cuatro de ellos los entregué a su destino que son los ingenios de la Marquesa viuda de Prado Ameno y acompaño los recibos de los mayorales, quienes están constituidos con la (roto) el otro de mi propiedad lo he dexado aquí con prisiones. Remito a ustedes los dos restantes, el uno de doña Mª Dolores Lifundia, nombrado Juan de la cruz, manco de la mano izquierda, y el otro del marqués de Casa Peñalver. Juan de la Cruz es un negro que debe mirarse con precaución por ser cabeza de ranchería, haciendo ocho meses que anda fugitivo y estar continuamente en estos pasos, como me ha informado el alcalde provincial fue el que en otro ataque quitó la mano que le falta.
El 21 a la tarde persiguió al resto que andaba errante, se aprendió otro de mi propiedad y de resultas de este alcance fueron aprendidos en el ingenio de don Miguel de Cárdenas Santa Cruz dos negros del ingenio del difunto marqués de Prado Hermoso, Melchor y Pastor, que fueron remitidos a esa el 22 por el teniente del partido de Ciraminas, el Melchor manco tambien es negro de tanta o mayor consideración que el Guachinango Pablo pues es cabeza de motín que ha reunido muchas vezes rancherías considerables de mas de treinta negros una y remito a vs el puñal de que andaba armado este negro que merece la mayor consideración.
Sin perder mas tiempo que el indispenable para el reposo y el alimento hago andar quatro hombres en seguimiento del Guachinango Pablo y otro negro criollo que por desgracia estaban fuera del rancho al asalto del 18 y aunque hasta la fecha no se ha conseguido hallarlo no cesaré de hacer diligencias interesantes con las que al fin habrá de caer. Puede creerse deshecha la reunión pues dispersos en el monte los que quedan y aprehendidos diez de los 23 entre ellos dos cabezas de los principales los demas son presa infalible de la constancia.
Solo Habrá sido momentaneo el beneficio pues existiendo las causas que producen estas reuniones de fugitivosse logran calmar por tiempo mientras dura la persecución, volviendo a formarse al amparo de aquella luego.
Hay en las cercanías de estas haciendas y particularmente en estos contornos, porción de negros libres o esclavos, casados o no con los negros de los ingenios sin que tengan execicio de que vivir, obligados los esclavos a pagar un jornal a sus amos siendo la capa de los infinitos robos que se hacen por los esclavos y que sirviendoles en cuantas necesidades pueden tener atraen la asistencia de ellos a estos lugares en las horas que tienen libres: deteniendose mas de lo regular temen volver a sus casas y hallando proporción de proveherse de quanto necesitan en su fuga se mantienen en una vida ociosa y socorrida muy propia al humor y caracter de esta gente tan acostumbrada a la intemperie.
Estos negros se situan al lindero de qualquier sitio por una pequeña suma y algunos cortos servicios al sitiero o en familia con lo que compran el establaje.
La reunión de muchos negros en dias feriados trae maquinaciones de hurtos al menos y tomando mas cuerpo estas asociaciones pueden tener funestas resultas cuando la continuación y pequeños ensayos les vayan hoyando el camino a mayores empresas.
Ya la ranchería estaba surtida de proporción considerable de armas blancas desconocidas hasta ahora al uso de los negros y tenían también pólvora para proporcionarse, desde luego, armas de fuego. Surtidas de estas ya es difícil el aprehenderlos a ahuyentarlos y tomando fuerza las ocasiones que venzan es consecuente el engrosarse, y de aquí las resultas que puedan temerse. Según las diligencias que practico daré cuenta a Vs.
Nr.Sr.Guarde a Vs. Muchos años.
Ingenio Nuestra Señora de la Asunción.24 de noviembre de 1799.
Juan Ignacio de Echegoyen.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El transito de la economía ganadera a la de plantación originó un desarrollo acelerado del proceso agroindustrial en los renglones del azúcar y el café, dicho
desarrollo estuvo indisolublemente ligado a las condicionantes físico-geográfica en todas las regiones del país. Estas circunstancias promovieron una intensa
actividad de ocupación territorial que, en los antiguos partidos de San José de las Lajas y Tapaste, desencadenó una alta concentración de ingenios y cafetales y
como resultado la presencia de la fuerza de trabajo esclava, fuente motora y sustento fundamental del aquel régimen socioeconómico. Las contradicciones entre
amos y esclavos propiciaron la aparición de los más disímiles modos de resistencia y rebeldía por parte de los explotados, modos que han sido caracterizados en
formas simples: roturas de instrumentos de trabajo, suicidios, abortos, automutilaciones, etc.; hasta formas activas: cimarronaje simple, en cuadrillas y
apalencamientos
Cuba Arqueologica - ARQUEOLOGIA EN UN REFUGIO DE CIMARRONES: CUEVA DEL NEGRO, ESTUDIO DE UN SITIO
La primera noticia o referencia sobre esclavos prófugos en nuestro territorio se encuentra en una cuantificación realizada entre enero y octubre de 1797. En dicho
documento aparece el reporte del partido de Tapaste y el de San José de las Lajas con la cifra de 5 en el primero y 16 en el segundo.. El 21 de abril de 1801, el
Capitán del partido de San José de las Lajas, Don José López Gavilán remite con el comisionado Don Manolo Gutiérrez cuatro negros de procedencia carabalí y
mandinga “todos cimarrones simples, aprehendidos por él lejos del pueblo”. Con el propio comisionado envía otros siete negros que componían una cuadrilla de
cimarrones apalancadas en la Loma de Camoa y gratifica a los participantes en la dispersión de dicho palenque con la suma de 60 pesos a repartirse. En el cafetal
Asunción, se denuncia en 1830, uno de los levantamientos de esclavos más importantes del occidente del país .
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