miércoles, 14 de enero de 2009

El Palacio de Valle


PALACIO DE VALLE




Según la tradición. El primer europeo que se instaló en las costas de Jagua fue Joseph Díaz, tal vez cuando Cristobal Colón descubrió la Isla, después de 1492.La tradición añade que cuando Sebastián de Ocampo hizo el bojeo de Cuba, ya Díaz residía en Tureira, hoy Punta Gorda (hermoso reparto de la ciudad de Cienfuegos), en un lugar que él bautizó con el nombre de "Amparo" por lo que es evidente que la fecha si no fue anterior a 1492, tampoco pudo ser posterior a 1509.Era Díaz, español muy joven cuando arribó a nuestras playas, ignorándose su linaje y procedencia, aunque se supone fuera náufrago o desertor de alguna expedición.No se precisa tampoco si fue el primer europeo, pues cuenta la tradición que en el segundo viaje de Colón, éste se abasteció de agua y leña en esta bahía, en el mismo lugar ocupado por Díaz.Los historiadores Oliver Bravo y Edo, así como el cronista Dr. Emilio Sánchez, dan a entender que el puerto fue visitado por el almirante en 1494. El escribano Fernand Pérez de Luna nada certifica referente a esta visita.Díaz, hombre sociable, mantenía relaciones amistosas con los siboneyes y pronto se unió a la bella india Anegueía, con la que tuvo numerosa prole. Asimiló las costumbres de los naturales y éstos aprendieron de él algunas artes y oficios de utilidad, propios de la civilización.Seducido por los recuerdos que en su imaginación dejaron los maravillosos Alcázares de Sevilla y Granada, Díaz quiso construir un edificio que por su tamaño y arquitectura se pareciera a aquellas y no contando con recursos suficientes, pidió a los dioses de la mitología siboney, y principalmente a Jagua, lo ayudaran a edificar el Alcázar soñado. Y por arte de encantamiento surgió un hermoso edificio del más puro estilo mudéjar.Su esposa creyendo que era obra del espíritu del mal, de Mabuya, invocó el auxilio de Dios, logrando que este fuera destruído y quedando solamento los cimientos.Esta leyenda hasta cierto punto se considera como el antecedente del Palacio de Valle, pero la realidad es que pasado algunos siglos, el comerciante D. Celestino Caces, hubo de adquirir los terrenos próximos al Amparo para construir una casa-quinta de marcado sabor hispano-morisco, pero por diversos motivos no tuvo el estilo arquitectónico que en realidad esperaba el señor Caces y no completa la obra.Después adquirió la casa y terrenos colindantes el comerciante D. Acisclo del Valle, dueño de varios centrales, entre ellos, el desaparecido ingenio San Lino.Conservó el nombre de Amparo dado a la finca, que por casualidad era el nombre de su esposa, Amparo Suero del Valle. Acisclo quiso darle un aspecto morisco también, sin conseguirlo del todo, aprovechando lo que había iniciado su predecesor.ConstrucciónSu construcción empezó en 1913 y la obra fue encomendada al arquitecto italiano Alfredo Colli y el maestro de obra Juan Suárez, terminándose en 1917, con un costo de millón y medio de pesos.Resultó un capricho arquitectónico. En él hay influencias góticas, románicas, barrocas e italianizantes combinadas con el estilo mudéjar que estuvo en boga por la España de los siglos XII y XIII. Se supone que intervinieron en esta obra artesanos de diferentes nacionalidades y expertos para cada especialidad.El tallista español Antonio Bárcenas hizo la puerta de salida al jardín; el cienfueguero Frank Palacios fundió en bronce la baranda de la escalera principal, y los escudos y los adornos del frente y todos los herrajes; el pintor cienfueguero Miguel Lamoglia decoró imitando madera tallada el despacho del dueño de la casa y pintó en cristales las bellas alegorías de la escalera de mármol de Carrara.Todos los materiales fueron importados; mármoles de Carrara, alabastros también italianos, cerámicas venecianas y granadinas, herrajes y forjas españolas, mosaicos talaveranos y cristales europeos, menos la caoba, madera preciosa de nuestro país.En los decorados interiores del edificio aparecen inscripciones que denotan la nacionalidad de los artesanos que participaron en su construcción, como ésta:"Lag ilegi ila log", frase del Corán que significa "Solamente Dios, es Dios".El edificio es una mezcla de los más variados estilos, porque predominan los estilos particulares y no la unidad arquitectónica: cornisas que coronan la entrada de los salones y portadas, dominando los arcos de ojivas equilaterales y agudas.Las paredes estucadas y pinturas finísimas. El pavimento formado por multicolores colecciones de mosaicos, elevados techos y salones amplios, deslizandose la ventilación y la luz a sus innumerables habitaciones.Este edificio consta de dos plantas, una azotea con pérgolas y minaretes, a la que se llega a través de una escalera de caracol metálica, y un sótano donde se encontraban las habitaciones de la servidumbre.Planta bajaHall, con entrada estilo gótico, con ventanas ojivales y cristales de colores: sala de recibo, estilo imperio con artesonado en oro, zócalos de mármol rosados y aplicación de bronce y pisos de mármol blanco.El salón de música y juegos, estilo francés Luis XVI, con pisos de cerámicas que muestran alegorías de ajedrez, damas, dominó, etc.Un pequeño salón de costura con pisos de cerámicas imitando abanicos, con zócalos de mosaicos blancos y un friso de margaritas japonesas, doradas al fuego.Tanto este recinto como el despacho del esposo tienen puertas con sus iniciales talladas bellamente.Al fondo, en la parte Este, el comedor, que es el más fastuoso de la mansión, estilo mudéjar completo, imitando el célebre patio de los leones de la Alhambra de Granada, dando a la parte más vistosa del jardín. Detrás, escalera y cocina con su despensa.En la escalera que da acceso a las habitaciones privadas, se encuentra un espejo biselado, verdadera joya de arte, donde se pueden apreciar unos cristales de colores que transparentan, a la caída de la tarde, los rayos del sol, que iluminan un camino donde se observa la bajada de "Tres Reyes Magos".Planta altaMenos decorativa, pero con una verja de hierro forjada en Sevilla. Ocho dormitorios, dos de estilo veneciano y cuatro baños, el principal en mármol de Carrara y vitrolite.Presenta varias terrazas y pasillos con distintos estilos y zócalos diversos.Rematan la azotea tres torres; una de influencia gótico-romana, otra india, y una tercera que es un minarete de estilo árabe, además de una glorieta asentada en la plataforma del techo.La primera simboliza la fuerza, la segunda, el amor, y la tercera, la religión como una institución.El palacio estaba rodeado por una verja de bronce que circundaba los terrenos y le daba suntuosidad, la cual descansaba sobre unos bloques cuyos dibujos y arabescos, dicen, fueron pintados por la esposa de Valle y revisados por Donato, antes de hacerse los moldes. Cada diez bloques, cambiaba el dibujo.

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