LA TOMA DE LA HABANA POR LOS INGLESES
En la "Guerra de los siete años", Inglaterra y Francia se declaran oficialmente la guerra, y en junio 1762 por los pactos con Francia, España entra en el conflicto. Los tronos de Francia y España estaba entrelazados por familia. Esta Guerra, como la gran mayoría que ha afectado a naciones en el planeta, se debía a pugnas territoriales, o mercantiles.Los ingleses desde el siglo XVII deseaban apoderarse de Cuba, pues la isla era un punto estratégico para la navegación en América., pero en esta oportunidad su intención era adueñarse de La Florida que estaba en manos de España, pues después de tomar La Habana, no siguieron desalojando a los españoles de Cuba.
Los preparativos ingleses para la invasión.
En mayo 1762, la flota inglesa pasa a la altura de las Bahamas, la cual consistía en 53 naves de guerra, barcos hospitales, y de carga, y los de transporte de tropas que llevaban 15,000 soldados. En total eran unos 25,000 hombres los que participaban en la operación.La flota comandada por el almirante George Pocock se presenta el 6 de junio frente a las costas de La Habana, desplegando la mayor parte de sus buques de guerra frente a la entrada de la Bahía, pero a prudente distancia de los cañones del Morro. Los españoles y cubanos por su parte, al ver la eminente invasión fortifican el Morro, el promontorio donde iba a quedar finalmente construida la Cabaña, y los otros puntos de defensa de la villa.
La invasión.
El día 7, barcos de guerra ingleses se acercan al Morro, y le hacen varios disparos, dando a entender que las tropas iban a entrar por la Chorrera; mientras, otros barcos atacan las pequeñas fortaleza de Cojímar y la destruyen, momento que el jefe del ejercito invasor George, el Conde de Albermarle, imparte la orden de desembarcar. La primera oleada de soldados tocan tierra por la playa de Bacuranao, y toman Cojímar. El día 8 con el grueso de las tropas acampadas en la zona de Cojímar, unos 10,000 soldados, el General Elliot al frente de sus unidades arremete contra Guanabacoa. En la defensa de Guanabacoa estaba un pequeño número de soldados españoles, el regidor de la villa Juan Antonio Gómez( frase famosa: la villa de Pepe Antonio), que al frente de un puñado de sus vecinos, aunque mal armados, le dieron fuerte resistencia a los ingleses.
Ese día 8 el coronel William Howe desembarca por la zona de La Chorrera, y emplaza su artillería para cortar la comunicación enemiga. Los cañones de Howe, así como lo de los barcos frente a la Bahía, no tenían alcance suficiente para bombardear la villa de La Habana, por consiguiente los daños fueron mínimos por este frente del ataque.
Del otro lado de la Bahía, el resto de las tropas británicas comenzaron atacar La Cabaña, que estaba al igual que Guanabacoa, defendida por soldados, y vecinos civiles. Después de dos día de intensa lucha, los ingleses ocuparon La Cabaña. Desde esa posición de la Cabaña, el Conde de Albermarle da instrucciones que lancen andanadas contra La Habana, pero que concentren la artillería hacia el Morro., puesto que era prioridad para que entraran los barcos en la Bahía. Una tras otra las baterías apuntadas hacia el Morro, y al ser activadas impactaban la mole de piedra, a la vez que naves de guerra disparaban sus cañones hacia el mismo objetivo.
El Castillo del Morro, terminado de construir en 1630 sobre una gran roca a la entrada de la Bahía, hacia de esta fortaleza casi inexpugnable para los cañones de la época. La defensa del Morro fue designada por el Concilio de Guerra de La Habana, al capitán de navío nacido en Santander, España, Luis Vicente Velasco. Este valiente oficial español, de unos 50 años de edad, resistía con sus hombres una y otra vez las arremetidas de los ingleses.
Pasaba los días, las bajas de los británicos se hacían cada vez mayores, y el Morro no obstante hallarse bastante dañado, seguía en pie rechazando su ocupación. El conde de Albermarle en vista que no podía rendir a los defensores del Morro, envió un grupo de zapadores para que dinamitaran la fortaleza. Terminada la labor de los dinamiteros, Albermarle le envió un mensaje a Velasco para que se rindiera, a lo que este valeroso oficial le respondió que no se rendía, que tenia que tomar la plaza peleando.El 30 de julio se escuchó un gran estallido en el Morro, y por el boquete que abrió la metralla entraron las tropas inglesas. La lucha dentro del fuerte cuerpo a cuerpo fue encarnizada, no obstante el destacamento español se había desorganizado debido a la explosión. En esta lucha cayó gravemente herido Velasco, y según expresara después Albermarle, lo envió a un hospital de campaña para ver si le salvaban la vida. El capitán Luis Vicente Velasco, que defendiera con dignidad y heroísmo el Morro "Castillo de los Tres Reyes" por casi dos meses, murió al siguiente día.
En lo que era la villa de La Habana, los defensores continuaban peleando, pero ya no podían repeler el asalto constante y superior en número y armamento de las tropas enemigas, y el día 12 por medio de negociaciones capitularon. Las tropas inglesas ocuparon toda La Habana el 14 de agosto.
La toma de La Habana costó por parte de españoles y cubanos mas de 1,000 bajas, y del lado inglés entre muertos y heridos 1,790.
El botín.
El botín de guerra en relación a la marina que participó en la toma de La Habana, fue para el almirante £123,000, capitanes £1600, oficiales menores £17, y marinos £4.La dominación inglesa de La Habana duró hasta el 6 julio 1763, en que por negociaciones España le entregaba la Florida a Inglaterra.En el tiempo que los ingleses ocuparon La Habana, como era natural abrieron el comercio con la metrópolis y sus colonias, lo cual trajo un gran auge económico a la región de Cuba bajo su control.
Los preparativos ingleses para la invasión.
En mayo 1762, la flota inglesa pasa a la altura de las Bahamas, la cual consistía en 53 naves de guerra, barcos hospitales, y de carga, y los de transporte de tropas que llevaban 15,000 soldados. En total eran unos 25,000 hombres los que participaban en la operación.La flota comandada por el almirante George Pocock se presenta el 6 de junio frente a las costas de La Habana, desplegando la mayor parte de sus buques de guerra frente a la entrada de la Bahía, pero a prudente distancia de los cañones del Morro. Los españoles y cubanos por su parte, al ver la eminente invasión fortifican el Morro, el promontorio donde iba a quedar finalmente construida la Cabaña, y los otros puntos de defensa de la villa.
La invasión.
El día 7, barcos de guerra ingleses se acercan al Morro, y le hacen varios disparos, dando a entender que las tropas iban a entrar por la Chorrera; mientras, otros barcos atacan las pequeñas fortaleza de Cojímar y la destruyen, momento que el jefe del ejercito invasor George, el Conde de Albermarle, imparte la orden de desembarcar. La primera oleada de soldados tocan tierra por la playa de Bacuranao, y toman Cojímar. El día 8 con el grueso de las tropas acampadas en la zona de Cojímar, unos 10,000 soldados, el General Elliot al frente de sus unidades arremete contra Guanabacoa. En la defensa de Guanabacoa estaba un pequeño número de soldados españoles, el regidor de la villa Juan Antonio Gómez( frase famosa: la villa de Pepe Antonio), que al frente de un puñado de sus vecinos, aunque mal armados, le dieron fuerte resistencia a los ingleses.
Ese día 8 el coronel William Howe desembarca por la zona de La Chorrera, y emplaza su artillería para cortar la comunicación enemiga. Los cañones de Howe, así como lo de los barcos frente a la Bahía, no tenían alcance suficiente para bombardear la villa de La Habana, por consiguiente los daños fueron mínimos por este frente del ataque.
Del otro lado de la Bahía, el resto de las tropas británicas comenzaron atacar La Cabaña, que estaba al igual que Guanabacoa, defendida por soldados, y vecinos civiles. Después de dos día de intensa lucha, los ingleses ocuparon La Cabaña. Desde esa posición de la Cabaña, el Conde de Albermarle da instrucciones que lancen andanadas contra La Habana, pero que concentren la artillería hacia el Morro., puesto que era prioridad para que entraran los barcos en la Bahía. Una tras otra las baterías apuntadas hacia el Morro, y al ser activadas impactaban la mole de piedra, a la vez que naves de guerra disparaban sus cañones hacia el mismo objetivo.
El Castillo del Morro, terminado de construir en 1630 sobre una gran roca a la entrada de la Bahía, hacia de esta fortaleza casi inexpugnable para los cañones de la época. La defensa del Morro fue designada por el Concilio de Guerra de La Habana, al capitán de navío nacido en Santander, España, Luis Vicente Velasco. Este valiente oficial español, de unos 50 años de edad, resistía con sus hombres una y otra vez las arremetidas de los ingleses.
Pasaba los días, las bajas de los británicos se hacían cada vez mayores, y el Morro no obstante hallarse bastante dañado, seguía en pie rechazando su ocupación. El conde de Albermarle en vista que no podía rendir a los defensores del Morro, envió un grupo de zapadores para que dinamitaran la fortaleza. Terminada la labor de los dinamiteros, Albermarle le envió un mensaje a Velasco para que se rindiera, a lo que este valeroso oficial le respondió que no se rendía, que tenia que tomar la plaza peleando.El 30 de julio se escuchó un gran estallido en el Morro, y por el boquete que abrió la metralla entraron las tropas inglesas. La lucha dentro del fuerte cuerpo a cuerpo fue encarnizada, no obstante el destacamento español se había desorganizado debido a la explosión. En esta lucha cayó gravemente herido Velasco, y según expresara después Albermarle, lo envió a un hospital de campaña para ver si le salvaban la vida. El capitán Luis Vicente Velasco, que defendiera con dignidad y heroísmo el Morro "Castillo de los Tres Reyes" por casi dos meses, murió al siguiente día.
En lo que era la villa de La Habana, los defensores continuaban peleando, pero ya no podían repeler el asalto constante y superior en número y armamento de las tropas enemigas, y el día 12 por medio de negociaciones capitularon. Las tropas inglesas ocuparon toda La Habana el 14 de agosto.
La toma de La Habana costó por parte de españoles y cubanos mas de 1,000 bajas, y del lado inglés entre muertos y heridos 1,790.
El botín.
El botín de guerra en relación a la marina que participó en la toma de La Habana, fue para el almirante £123,000, capitanes £1600, oficiales menores £17, y marinos £4.La dominación inglesa de La Habana duró hasta el 6 julio 1763, en que por negociaciones España le entregaba la Florida a Inglaterra.En el tiempo que los ingleses ocuparon La Habana, como era natural abrieron el comercio con la metrópolis y sus colonias, lo cual trajo un gran auge económico a la región de Cuba bajo su control.
Fuente: aguadadepasajeros.bravepages.com/
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