sábado, 3 de enero de 2009

San Cristobal o Agayu

Cristóbal de Licia




Cristóbal de Licia, conocido como San Cristóbal mártir, es un santo cristiano, sobre cuyo origen las distintas tradiciones cristianas están en desacuerdo.
La tradición católica, transmitida sobre todo en la Aurea legenda de Santiago de la Vorágine, lo describe como un gigante cananeo, que tras su conversión al cristianismo ayudaba a los viajeros a atravesar un peligroso vado llevándolos sobre sus hombros. La leyenda afirma que en una ocasión, ayudó al niño Jesús a cruzar el río; sorprendido por el peso del infante, éste le explicó que se debía a que llevaba sobre su espalda los pecados del mundo, tras lo cual bautizó al gigante y le encomendó la prédica. El nombre de Cristóbal (del griego Χριστοφορος, Christóforos, "portador de Cristo") le vendría de esta hazaña. La leyenda, considerada apócrifa desde antiguo, continúa siendo popular, pese a que el Vaticano oficialmente la proclamase no canónica en 1969.
En la tradición ortodoxa, la leyenda describe a Cristóbal como un bárbaro de singular tamaño, proveniente de una tribu bereber, que fue ejecutado bajo el emperador Decio por predicar la fe cristiana, tras haber realizado numerosos milagros. Para las iglesias ortodoxas, la historicidad de Cristóbal no está en duda.
Hasta su supresión, san Cristóbal era patrón de los viajeros, los arqueros, los automovilistas, los solterías, los barqueros, los conductores de autobús y de taxi, los vendedores de fruta, los marineros, los mozos de cuerda, los aguateros, las tormentas, el granizo, los afectados de dolor de muelas y la ciudad de Rab, en la actual Croacia. Su fiesta era el 25 de julio, actualmenete el Santoral Católico lo celebra cada 10 de julio.






Agayú, un hombre portentoso, casi un gigante, muy temido y admirado, llegó un día a las márgenes de un río y desafiando la corriente intentó cruzarlo sin ninguna ayuda, pero al sumergir sus inmensos pies en el agua, la poderosa reina Oshún, dueña del lugar, golpeó con fuerza sus tobillos y lo hizo rodar entre los guijarros del fondo, convirtiéndolo en el hazmerreír de todos los presentes.Muchos días anduvo pensativo el orisha, hasta que una mañana, no pudo más con su resentimiento, arrancó de raíz un árbol de gran tamaño y con él en brazos corrió impetuoso hacia el río. Oshún sorprendida en su remanso se asustó tanto que lo dejó cruzar. Vencidos los rencores fueron desde ese día amigos inseparables.

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