La Tumba Francesa

La Tumba Francesa es una danza de ascendencia haitiana que rememora los bailes sociales de la metrópoli esclavista pero con la música del continente africano. Habitantes de Nigeria y Benin fueron traídos al nuevo mundo por la fuerza para garantizar la consabida mano de obra que necesitaban los europeos.Es por todos conocido que en las postrimerías del siglo XVIII, los amos franceses trajeron a Cuba a sus esclavos en su huida desde Haití donde se había establecido la primera república independiente gobernada por negros en este nuevo continente.Guantánamo y Santiago de Cuba son los baluartes de esta danza en la cual los bailadores expresan el placer de desplazarse por el salón con ligeros movimientos de cintura mientras que un narrador describe vivencias siempre viriles pero con rostros que muestran el disfrute del trepidar de tambores que los transportan a las tierras de sus ancestros.
Aún puede observarse las ruinas de los cafetales en la zona de Bejuco, (provincia de Guantánamo) y la memoria de viejos tumberos que cuentan las tradiciones de sus antepasados.La Tumba Francesa no es la única expresión de ese hermano país haitiano, que contribuye al acervo cultural de la isla, sino que viene acompañada de creencias religiosas como el Vudú,y de recetas de cocina como la de harina de maíz rellena con carne.Los instrumentos fundamentales de la Tumba Francesa están formado por: cuatro tumbas o tambores, acompañado por sonajeros y un canto en patuá que es el dialecto de los haitianos que aún se conserva en algunas regiones del oriente cubano.Lo más relevante de la Tumba es la fusión de ambos continentes, dígase cortesía en la danza e iremos a los ancestros de Europa, dígase tambores e iremos hacia los antepasados africanos, es la mezcla de lo real maravilloso como bien dijera el ilustre escritor cubano, Alejo Carpentier