sábado, 6 de diciembre de 2008

El Burro de Mayabe



CUATRO GENERACIONES DE PANCHOS
Lo cierto es que el Pancho de nuestros días es una especie de cuarto capítulo dentro de una historia que tuvo sus inicios antes de la apertura, en el año 1972, de la instalación turística, que se encuentra enclavada a unos 200 metros sobre el nivel del mar.
Entonces el Mirador era apenas un ranchón campestre, desde donde como hoy se puede divisar a lo lejos la ciudad de Holguín y, mucho más de cerca, el pintoresco Valle de Mayabe, donde vivió un señor de origen estadounidense al cual se le relaciona con la tradición.
Mister Towns, como llamaban al norteño, había nacido en 1857 en el estado de Georgia y llegó a estos parajes a principios del siglo XX. El laborioso agricultor llegó a ser bien conocido por sus exitosos cultivos de cítricos, frutas y flores, pero mucho más por la crianza de animales, entre estos, los caballos de raza y los burros.
Los más antiguos residentes del lugar todavía afirman que el mister cobraba a los interesados cinco dólares por cada yegua que le trajeran para cruzar con sus ejemplares y así obtener un mulo o una mula, que eran muy codiciados para la carga.
Pero cuenta la historia que en especial con solo uno de sus burros el granjero logró hacer más dinero de una misma vez. Era un beodo de cuatro patas que se hizo célebre por su afición a las bebidas y llegó a tomarse 36 cervezas en una de las parrandas celebradas en Mayabe.
Así es que, en el rescate de esta atractiva fábula, el centro turístico descubrió un día a quien llegaría a ser el más aventajado continuador de aquel asno borrachín.
Pancho fue el nombre más sugerente que le encontraron. El primogénito tenía una marcada preferencia, además de por el pienso y el maíz, por el consumo de lechón asado, los chicharrones, las aceitunas, los caramelos y por supuesto, por la cerveza.
El cantinero Roberto Betancourt, quien hoy labora en otro centro turístico de la provincia, es quien más ha convivido con las tres generaciones de Panchos.
Sus estadísticas tras casi 30 años de labor en el lugar.revelan que solo el primero de ellos se llevó a su tumba un récord de 60 000 botellas de cerveza y una considerable cantidad de kilogramos de comestibles. En solo 24 horas llegó a beberse “46 frías”, una marca que todavía se mantiene imbatible.
Por ley de la vida, aquel ejemplar falleció en el año 1992 y hubo que preparar a sus sucesores. Pero el segundo de ellos, no duró mucho tiempo, pues tuvo un inesperado final al despeñarse por un desfiladero.
Recuerda que este último solo tomaba cerveza en vaso, nunca en botella como los que le antecedieron. Eso era lo que lo distinguía y hubo que enseñarle a tomar en los recipientes plásticos.

2 comentarios:

Barrabás-Barrabás dijo...

Excelente articulo, mi amigo.
Todo un personaje el burro (o los burros) de Mayabe.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

YO CONOCI EL BURRO DE MAYABE, SEGUN CUENTAN EL PRIMERO,PORQUE FUE CUANDO ESTABA EN HOLGUIN ALLA POR EL ANO 1972, Y RECUERDO QUE ERA UNA SENSACION AQUEL FAMOSO BURRO.

 
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